Cuando alegras a los demás, no tienes manera de evitar sentir alegría. Enseñando a los demás, no puedes dejar de aprender, de manera profunda y sustancial.
No puedes forzar a nadie a comprenderte. Sin embargo intentando sinceramente comprender, lograrás ser comprendido.

sábado, 9 de julio de 2011

el amor que perdimos-prince royce

No hay comentarios:

Publicar un comentario